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¡Qué horror! Errores de ortografía que no se perdonan en un CV
11/10/2015

¡Qué horror! Errores de ortografía que no se perdonan en un CV

María del Árbol, coordinadora de Desarrollo Profesional de la UP, comparte recomendaciones a la hora de armar un CV correcto. Leer nota digital

¡Qué horror! Errores de ortografía que no se perdonan en un CV

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Mis antesedentesestan a dispocision.., Haspiro a una remunerasión de., Mi objetibolavoral es.. La lista de ejemplos puede prolongarse indefinidamente. Al buscar trabajo, hay un axioma que no debe olvidarse: "todo comunica". Y eso, claro, incluye la redacción del CV. Un currículum mal escrito, con errores de normativa o fallas en el tipeo, asusta al posible empleador.

Hace unos años, el empresario inglés Charles Ducombe (director de sitios online de viajes, celulares y ropa) hizo un análisis en la Web y descubrió que con una mala ortografía las ventas podían caer hasta 50%. Por eso, dijo que uno de los factores que evalúa al contratar personal es la buena redacción, que otorgará mayor credibilidad a su sitio.

Por lo tanto, a la hora de conseguir una ocupación, escribir bien se convierte en un factor determinante. Quien reúna en su CV "atentados" contra la lengua probablemente no llegue a una primera entrevista. ¡Y esto cobra especial relevancia para alumnos y graduados de Periodismo, Comunicación Social, Publicidad y Relaciones Públicas! Para los profesionales de estas carreras, por nombrar solo algunas, la palabra escrita será la principal herramienta de trabajo.

¡Haber si todos escrivimos un poco mejor!, pareciera ser el desafío de la Web. En un mundo online, quienes buscan trabajo están más expuestos, pues las empresas quieren saber todo de una persona antes de una entrevista. Miran sus perfiles en las redes sociales, se fijan en qué sitios participó y, entre otras muchas cosas, analizan cómo escribió. Los responsables de selección observan qué se publicó en las redes, claro, pero el foco está en cómo se hizo.

Si se lee una opinión escrita correctamente y otra con errores de normativa, automáticamente uno tiende a aceptar como válida la primera. Por eso, muchas empresas están invirtiendo en capacitar a sus empleados y los envían no solo a clases de redacción corporativa, sino también a cursos de ortografía. Es que con los mails y las redes sociales internas, en las compañías, la buena ortografía pasó del ámbito privado al público. Resulta inaceptable que alguien en un cargo de mediana o alta responsabilidad no escriba correctamente.
"Mi objetivo laboral, es que la organización saque lo mejor de mi, teniendo como meta principal trabajar en ONGs". Al analizar en detalle esta oración, se encuentran varios errores que, por repetidos, ya no asustan. Primero: ¡evitar la coma entre sujeto y predicado! La coma antes de "es" responde a una pausa en el discurso oral, que no debe llevarse a la escritura. Segundo: ¡recordar el uso de la tilde diacrítica! "Sacar lo mejor de mí" debe llevar tilde en el pronombre personal. Tercero: evitar los gerundios. La mayor parte de las veces, los gerundios como "teniendo" están mal usados. Cuarto: las siglas no tienen plural. Oraciones cortas, ideas claras y, sobre todo, recordar que no se escribe como se habla.

Otros errores típicos en los CV y en todos los canales de comunicación son el uso y abuso de mayúsculas sin respetar las reglas, el cambio de consonantes (se sustituyen letras como la "q" por la "k" para evitarse la "u" y la "e") y la falta de signos de puntuación. No es igual escribir "No queremos aprender" que escribir "No, queremos aprender". Hay confusiones de letras que también son dolorosas "iva" (impuesto) por "iba" (pretérito imperfecto del verbo "ir") o "tuvo" por "tubo" (pieza hueca de forma cilíndrica).

Hay errores y horrores, hay diferentes contextos comunicacionales. Nadie espera lo mismo de un mensaje de WhatsApp que de un mail corporativo y hay trabajos en los que la excelente redacción no resulta fundamental. Pero hoy más que nunca la buena ortografía se ha convertido en sinónimo de prestigio social, de buena educación. Y esto, muchas veces, marca la diferencia entre conseguir o no una entrevista laboral.