Los procesos biológicos, fisiológicos y psicológicos que se dan en la niñez
temprana, interactúan como un conjunto dinámico e interdependiente de
factores y, a la vez, resultan determinantes del potencial desarrollo
futuro.
Son muchos los elementos que intervienen potenciando o dificultando el
desarrollo de dichos procesos: factores orgánicos, contextos sociales
desfavorables, falta de estímulos adecuados, entre otros. Un estudio
realizado por el AIGROUP, de la Universidad de Palermo, puso de manifiesto
las dificultades que se presentan a la hora de evaluar estas secuencias en
niños de entre tres y seis años.
En primer lugar, los instrumentos de evaluación psicológica, o bien evalúan
aspectos muy específicos, o sólo son aplicables a partir de los cinco años.
Además, algunos de dichos instrumentos no están adaptados a las necesidades
de nuestro país y, para otros, no se cuenta con baremos actualizados.
Ante este escenario, ciertas técnicas de inteligencia artificial (IA)
podrían convertirse en una poderosa herramienta para realizar una evaluación
temprana. Así, el proyecto PROA, tiene como objetivo desarrollar un sistema
que, mediante el empleo de algorítmicas inteligentes, permita realizar la
detección precoz de problemas de aprendizaje en niños que aún no han
ingresado en la escuela primaria. Las redes neuronales artificiales y los
sistemas expertos, sumados a las técnicas de exploración de datos, proveen
nuevas herramientas de evaluación y validación de resultados.
Una serie de módulos
El prototipo en desarrollo consta de una serie de módulos interconectados,
cada uno de los cuales realiza una función específica. El sistema almacena
los factores por medio de dos formularios.
El primero tiene como objetivo relevar los aspectos biográficos, sanitarios
y socioculturales de niños de entre tres y seis años y estudiar la
incidencia de los distintos factores que pueden afectar al rendimiento.
Éstos se integran al sistema en un módulo llamado Protocolo de Variables
Indirectas (PVI). El segundo, evaluar las producciones de los niños frente a
determinadas tareas y detectar patrones por edades. Se ingresan al sistema a
través del módulo PVD (Protocolo de Variables Directas), que es el
responsable de capturar las imágenes de los escritos (dibujos o no), los
sonidos y los datos sobre motricidad.
Gracias a la interfaz gráfica amigable de este subsistema, la maestra o
responsable del jardín podrá realizar una captura sencilla de datos, que son
almacenados en un archivo, para su posterior análisis por medio de tres
módulos: el de procesamiento de sonido, el de procesamiento de imagen y el
de procesamiento motor. Los módulos relevan figuras, movimientos, presión y
las comparan contra patrones.
Posteriormente, estos datos se procesan en el módulo de Análisis de Datos
para evaluar la precisión en las actividades y, en el módulo de Análisis de
Estadísticas, se juntan con los datos colectados del PVI, determinando así el
desempeño del niño.
El equipo de investigación de la UP se encuentra abocado al desarrollo e
implementación del subsistema de Procesamiento de Imágenes (parte del PVI),
luego de haber concluido exitosamente el desarrollo del PVD. Resulta
fundamental aclarar que el sistema no busca reemplazar la tarea de los
especialistas, sino servir como herramienta para la detección inicial y
primaria con fines preventivos.
Las ventajas
• El niño no se siente estudiado. En primer lugar, el sistema, al ser
utilizado por las mismas maestras que están a cargo de los niños, ofrece la
posibilidad de realizar la evaluación, incorporándose ésta como una
actividad más en el marco de las tareas curriculares. En segundo lugar, la
incorporación de un muñeco diseñado para tal fin, que cuente con sensores
que posibiliten medir ciertas variables, permite al niño tomar el proceso
como una actividad lúdica.
• Posibilidad de apoyar o reeducar al niño de manera temprana.
• Optimización en la estructura de la organización docente: menor cantidad
de docentes afectados a tareas de recuperación y evaluación y mayor
disponibilidad de recursos humanos destinados a tareas específicas de
enseñaza y profundización, con el consecuente aumento en la calidad de la
enseñanza.
• Potenciación de las habilidades del niño a partir del conocimiento de sus
características y potencialidades cognitivas.
• Reducción de influencias negativas provenientes del medio social, con
posibilidad de implementar programas de reeducación temprana.
• Posibilidad de acercar a sitios aislados, carentes de recursos, una
atención sanitaria rudimentaria. Dicha posibilidad dependerá del tipo de
tests que se implementen en el sistema.
• Adaptabilidad de la herramienta a aplicaciones específicas, según zonas y
necesidades. Por ejemplo: evaluaciones auditivas, visuales o motoras.
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