
Los primeros minutos, fueron para que los chicos entraran en confianza y se soltaran. Para eso, el juego del túnel de tela, con una recompensa de caramelos para quien pasara exitoso por ahí dentro, fue ideal.
Poco a poco, las sonrisas empezaron aparecer y cada uno de los niños comenzó a mostrar sus ganas de jugar. Pese al frío, no dudaron en salir al parquecito, correr de un lado a otro y jugar a las escondidas con los VoluntariosUP. “Es re lindo pasar y compartir una tarde con ellos”, destacó Zoe de la Cuadra, estudiante de Diseño Gráfico y voluntaria recurrente en esta actividad.
Después de tanto jugar, llegó el momento de la merienda con leche chocolatada y alfajores. A eso, luego, se le sumó una gran torta repleta de dulce de leche, confites y chocolates para cantar el cumpleaños feliz.
Ya con la panza llena y el corazón contento, los chicos recibieron los lindos regalos que los VoluntariosUP les hicieron. Pelotas, autitos, bloques y cuadernitos para colorear fueron los elegidos para agasajar a los cumpleañeros. La piñata, repleta de caramelos, fue el toque final para cerrar esta linda tarde con los niños, que disfrutaron cada momento compartido con los VoluntariosUP.