“Qué lindo que es soñar, soñar no cuesta nada” |
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“Qué lindo que es soñar, soñar no cuesta nada”, nos canta Kevin Johansen en una de sus canciones. Y vaya si es real… Además, si el sueño se cumple, no hay forma de explicar tanta felicidad. Quizás, para explicarla alcance una imagen. Sí, tal como dice el refrán: “Una imagen vale más que mil palabras”.
Bueno, la sonrisa que muestra Milena Forero seguro vale más que mil, dos mil o tres mil palabras. Porque es enorme y sincera. Y se debe a algo concreto. Algo que una vez fue un sueño pero hoy se transformó en realidad… “Estoy trabajando en algo que nunca imaginé que llegaría. El director de teatro Eleni Schumacher estaba haciendo una obra para representar a la Argentina en el World Shakespeare Festival que se llevó a cabo en Londres… Y así fue como Jorge Ferrari, el vestuarista de la obra, me llamó para sea su asistente. Todavía no lo puedo creer, es lo más top del teatro. La conexión con mi carrera fue perfecta. Nunca pensé en lograr esto tan rápido. ¡Hasta aparezco en los volantes que reparten en Londres!”.
¿Qué carrera estás cursando? La Licenciatura en Diseño de Espectáculos. Y ya estoy con la tesis, a la cual le dedico cinco horas diarias para poder terminarla. Cuesta bastante (risas).
¿La cursada en general cómo fue? Muy buena. Además estuve becada lo últimos tres cuatrimestres por mejor promedio, así que lo único que hacía era estudiar y estudiar (risas).
¿Ese acento de dónde es? (Risas) Colombiano. Soy de Bogotá.
¿Qué es lo que más extrañás? ¡Las montañas! Es lo más lindo de Bogotá. Y también la comida. Igual, hace cuatro años que estoy en Argentina, así que me estoy acostumbrando.
¡Ya sos una porteña más! (Risas) No, no. Apenas los estoy empezando a conocer.
¿Estás cómoda en Buenos Aires? Claro, sino no hubiera aguantado cuatro años. Me gusta mucho Buenos Aires. Es más, veo que ustedes se quejan del transporte y es mil veces mejor que el de Colombia. Allí no hay subtes por ejemplo.
¿Y qué diferencia encontrás entre los argentinos y colombianos? De la gente de aquí me gusta la cultura estudiantil, son muy tranquilos y te acogen rápido. En Bogotá son más distantes y te analizan más. |