Entrevista a:Bernardo Wagner, Director del Real Time Systems de la Universidad de Hannover, experto en inteligencia artificial, robótica y software de automatización, y Profesor invitado de la Universidad de Palermo.
El futuro está en los sistemas que comprendan el ambiente
Bernardo Wagner, director del Real Time Systems de la Universidad de Hannover
El experto en inteligencia artificial, robótica y software de automatización habla de su trabajo en estas disciplinas y de la relación universidad-empresa en Alemania.
Profesor y vicedecano de la Facultad de Ingeniería Electrónica y Ciencias de la Computación de la Universidad Leibniz de Hannover (Alemania), Bernardo Wagner es, además, el director del Real Time Systems Group de esa facultad. Ingeniero electrónico especializado en inteligencia artificial (graduado y doctorado en la Universidad de Stuttgart), Wagner es uno de los miembros del Comité Científico del Congreso de Inteligencia Computacional Aplicada 2009, que se realizará en la Universidad de Palermo el 23 y 24 de julio de este año en la Facultad de Ingeniería de esa institución (www.palermo. edu/cica).
El investigador se ha especializado en el desarrollo de sistemas en tiempo real y de automatización, robótica, localización y tecnologías para la educación. Una visita a la Argentina fue la excusa para esta entrevista con Information Technology, en la que habló tanto del futuro de la inteligencia artificial y de la industria electrónica como de la relación universidad-empresa en Alemania y la problemática mundial de los recursos humanos en tecnología.
Parece tener intereses variados: sus papers publicados van desde robótica aplicada a la educación hasta vehículos autónomos y sistemas de localización con GPS y láser.¿Cómo se relacionan todas estas investigaciones?
Lo que sucede es que también soy director de un centro de didáctica y tecnología. Allí hemos llevado a cabo muchos proyectos en los que se busca aplicar la robótica a la educación. En lo que hace a los sistemas basados en láser, en el año 2000 fuimos los primeros en el mundo en desarrollar un sensor rotativo, montado sobre un robot autónomo, capaz de orientarse en un ambiente de tres dimensiones. Generamos muy buena cooperación con la industria y actualmente se usa en ambientes reales, sobre todo para logística. El robot se va guiando a través de información en el techo y es un sistema muy preciso. Eso permitió prescindir de marcas en el suelo, como se solía hacer antes, y si alguien las tapaba el robot perdía el rumbo.
Las universidades alemanas se han caracterizado por haber establecido vínculos muy cercanos entre la universidad y las empresas. ¿Cómo funciona esa transferencia en el día a día?
Nosotros venimos de una tradición muy fuerte en ese aspecto. Nadie en la universidad me va a decir que no me relacione con la industria, más bien todo lo contrario, me ayudan a hacerlo. Es bueno para la universidad, porque le genera recursos como institución, es bueno para los estudiantes porque les da posibilidades de inserción y de trabajar en proyectos interesantes y es bueno para las empresas, porque les da acceso a conocimiento. Yo, como jefe de un departamento, administro el dinero, del cual se queda un porcentaje la universidad, y del resto puedo disponer bastante libremente. Eso me hace independiente del presupuesto que me asigna la universidad y puedo contratar a determinados estudiantes que yo mismo elijo, por ejemplo.
Es casi como tener una empresa propia...
Exacto, es como una pequeña compañía que opera dentro de la universidad. Esta clase de financiamiento la puedo usar para invertir, para comprar equipamiento, sensores o nuevos sistemas. Por ejemplo, este año estamos construyendo un auto experimental, totalmente electrónico, que se puede manejar sólo con un joystick, y que tiene aplicaciones para gente discapacitada. También se lo puede conectar a una computadora y manejarlo a distancia. Este proyecto me está costando, en investigación, unos€ 100.000, que provienen de dinero que obtuve previamente de la industria.
Fue uno de los fundadores del centro de investigación L3S, que está muy relacionado con la transferencia de conocimiento a la industria. ¿Cómo ha sido su experiencia trabajando allí?
Sigo muy involucrado porque muchos de los proyectos de la universidad con la industria se llevan a cabo en este centro, por cuestiones de infraestructura. Está financiado en un 25 por ciento por parte del Estado y el resto proviene de fuentes externas: sobre todo la Comisión Europea, que financia muchos proyectos de sistemas de información y cooperación con la industria.
Problema mundial
En la Argentina la escasez de los recursos humanos se ha convertido en un cuello de botella para sectores como el software.
¿Se sufre también en Europa?
Hasta donde yo sé, es un problema global. En todo el mundo cuesta captar a los estudiantes secundarios para que ingresen a carreras universitarias como ingeniería, matemática o física. Todos quieren ser "business man", abogados o médicos. El poco reconocimiento a la ingeniería por parte de la sociedad quizás sea el principal problema. Si lo único que cuenta en la sociedad es el dinero, quizás ingeniería no es la mejor profesión, porque es una profesión dura, en la que uno puede ganar buen dinero, pero no tanto como quienes se dedican a otro tipo de negocios.
¿Qué opina del éxito de sus compatriotas de SAP, que han llegado a dominar el mercado de software ERP?
Los conozco bien. Es una buena solución, muy exitosa y con un marketing muy fuerte. Es la principal compañía de software en Alemania y probablemente en Europa. Han competido muy bien con Oracle y tienen mucho dinero, y eso pesa para imponerse en nuevos mercados. En Alemania hubo otras muy buenas compañías en ese sector, como BAAN, y fueron rivales por diez años, pero desaparecieron porque no lograron competir contra SAP Los fundadores son gente muy rica, al punto que uno de ellos (Dietmar Hopp) es el dueño de un club nuevo en la Bundesliga (Hoffenheim). En su primer año en el campeonato estuvo en los primeros puestos de la tabla. Todo gracias al dinero de SAP
Usted conoce de cerca el mercado de la electrónica. En la Argentina muchos plantean que no se puede competir en producción y que la especialización debe focalizarse en diseño. ¿Coincide con esa perspectiva?
Fuedo decirle lo que veo en Alemania, donde la producción de electrónica se volvió muy costosa, por lo que todas las compañías que fabricaban en mi país fueron desapareciendo. Inclusive Siemens está llevando todo afuera. Actualmente, muchas mantienen el diseño en Alemania pero las fábricas están en Asia, y yo estoy seguro de que en cinco o diez años el diseño también irá hacia allá. Porque tiene que estar cerca de donde se fabrica la tecnología, especialmente en electrónica, porque el diseño está muy influenciado por la tecnología de producción. Y miles de kilómetros de distancia no funcionan, por más que haya buenas comunicaciones. Ingeniería y producción estarán en el mismo lugar.
Entonces usted no concibe un modelo de exportación de diseño.
Si bien lo vemos actualmente, desde mi perspectiva personal eso va a desaparecer con el tiempo.
Falla de cálculo
Uno de los tópicos en inteligencia computacional es la predicción y modelización mediante el uso de algoritmos. Pareciera que esta crisis financiera mundial no fue advertida por los modelos predictivos. ¿Qué falló?
Nosotros hemos tenido caídas en la Bolsa de 25 por ciento y luego subidas, al otro día, del 11 por ciento. Y decíamos: ¡en Alemania no pasan este tipo de cosas! Uno puede predecir la caída de un pequeño banco, pero no la reacción en cadena que se produce a partir de ahí, que muchas veces se vincula con aspectos como los estados de ánimo o el temor de los ahorristas. Es algo que se vuelve incontrolable. Y también es difícil de predecir la reacción de los gobiernos a este tipo de escenarios.
¿Hacia dónde estima que avanzará la investigación en inteligencia artificial en los próximos años?
Muchas de las cosas que hemos hecho en los años ochenta en inteligencia artificial hoy se han convertido en estándares, como la programación basada en reglas, por ejemplo. El futuro está en los sistemas que comprendan el ambiente en el que se desenvuelven. Nuestros robots usan marcas e información en techos o paredes para guiarse y saber qué hacer, pero no saben que lo que están viendo es el techo de un depósito; sólo toman información de ahí, pero no entienden "esto es una casa" o "esto es un auto". Todavía estamos un poco lejos de que puedan hacerlo más allá de cierto aprendizaje estadístico. Creo que es el área más desafiante. -
Centros de Informes e Inscripción: Av. Córdoba 3501, esq. Mario Bravo |
Av. Santa Fe esq. Larrea 1079. Ciudad de Buenos Aires - Argentina |
También en el shopping Alto Palermo |
Tel: (5411) 4964-4600 | informes@palermo.edu