“En primer lugar, la consigna del proyecto fue diseñar una moto de agua, pero lo que me mantuvo motivado a lo largo del proceso fue la libertad que nos otorgó el profesor en las decisiones de diseño, ya que me permitió explorar e implementar ideas y conceptos que hasta el momento no había podido poner en práctica” dice Federico Kim. “Y personalmente le dediqué mucho tiempo del proyecto en la creación de este futuro distópico con sus personajes y diferentes situaciones, un ejercicio entretenido que a su vez terminó dándole más personalidad al producto diseñado.”

Para Federico Kim, su diseño de moto de agua se inspira en un futurismo distópico, del modo en que lo plantean Tom Sachs e Ikeuchi Hiroto, dos de sus máximas influencias. “Al plantearlo como un vehículo público de alquiler decidí que lo más adecuado sería diseñar una carcasa que sea fácil de reemplazar por eso podemos ver que hay varias separaciones que recorren el cuerpo del producto que además de facilitar el reemplazo de las partes también fueron pensadas con criterio estético. Al tener que ser un vehículo resistente, la mayor parte de las piezas están pensadas en metal, lo que no nos ofrece una gran variedad de texturas, por lo tanto decidí jugar con la paleta de colores y sustracciones en diferentes partes del producto.”

En cuanto a sus planes a futuro, Federico prioriza los proyectos de la facultad del último cuatrimestre. Y luego de graduarse, “aspiro a trabajar en un estudio de diseño o en el mejor de los casos tener uno propio, solo o con los amigos que fui haciendo a lo largo de la carrera. Pero creo que con poder vivir de lo que me gusta hacer, en este caso el diseño industrial y todo lo que eso conlleva me sentiría realizado.”

Federico Kim

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