El uso y disposición de plásticos, el medioambiente y su regulación. Un tema de la agenda internacional

El uso y disposición de plásticos, el medioambiente y su regulación. Un tema de la agenda internacional

Del 13 al 19 de noviembre tuvo lugar en la sede mundial del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) en Nairobi la reunión para negociar un tratado mundial vinculante contra la contaminación causada por los plásticos. Dicha reunión fue precedida por otra realizada en noviembre del 2022 (INC-1) en Punta del Este (Uruguay) y una previa en junio de 2023 (INC-2) en París (Francia).

El objetivo del tratado es abordar el problema de los plásticos, que son fabricados a partir de combustibles fósiles y están presentes en océanos, montañas, fauna, e incluso el cuerpo humano. Varios países, como Kenia, y organizaciones no gubernamentales abogan por prohibir los plásticos de un solo uso y por imponer normas estrictas que limiten la fabricación de plástico nuevo, entre otros tipos de medidas. Algunos países, en cambio, prefieren mejorar la gestión de residuos plásticos y el reciclaje, en lugar de recortar drásticamente la producción, lo cual dificulta el poder lograr decisiones colectivas.

La necesidad de un tratado

En nuestros días, la necesidad de lograr un tratado que regule su uso a nivel global resulta cada vez más evidente cuando la contaminación se hace presente en los ecosistemas que nos rodean y aún en nuestros cuerpos a través por ejemplo de la cadena alimenticia.

De continuar el actual ritmo productivo, la generación anual de plásticos podría triplicarse en cuatro décadas, reciclándose menos del 10% de esta producción.

Por otro lado, los plásticos también contribuyen al calentamiento global: en 2019 representaron el 3,4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

La contaminación por plásticos no sólo afecta la salud y el ambiente sino también la economía de los países más pobres. Según un informe de WWF, el costo real de tratar la contaminación por plásticos -debido a sus impactos en el medio ambiente, la salud y la economía- puede ser hasta 10 veces superior en los países de ingresos bajos, a pesar de que consumen casi tres veces menos plástico per cápita que las naciones de renta alta.

La buena noticia es que parece que los representantes de 175 naciones reunidos en Nairobi pactaron la creación de un instrumento jurídicamente vinculante contra este tipo de polución. En palabras de la ONU este es el pacto ambiental más importante desde la firma del Acuerdo de París contra el cambio climático.