De los debutantes a los más experimentados, los lanzadores hablan sobre sus ilusiones en Pekín.
Saben que el momento más esperado está por llegar. Falta poco para el torneo por el que aguardaron cuatro años. Para algunos, será la primera experiencia; para otros, la fiesta tendrá puntos de contacto con imágenes ya vividas, pero siempre deseadas. Cada uno tiene una historia para relatar, aunque a todos los une el esfuerzo que experimentaron para llegar a los Juegos Olímpicos de Pekín.
LA NACION juntó a los seis lanzadores que representarán a la Argentina en China, cifra récord para nuestro país en esta disciplina en un Juego Olímpico. Jennifer Dalhgren (martillo), Rocío Comba (disco), Germán Lauro (bala), Juan Cerra (martillo), Jorge Balliengo (disco) y Pablo Pietrobelli (jabalina) forman un grupo nutrido dentro de la delegación de 11 atletas que competirá en Pekín.
Ya es de noche en el Cenard y los seis se prestan gustosos a la producción de fotos. Se ríen, se divierten y no pierden de vista el desafío que se avecina, poco antes del viaje a Formia, Italia, donde completarán la preparación. El 7 del actual viajarán a China para estar el 8 en la inauguración y empezar a sentir las sensaciones que todo atleta quiere vivir. Pero antes tienen algo para contar.
Jennifer Dahlgren, de 24 años, empezó a lanzar el martillo en el Cenard hace una década, de la mano de Andrés Charadía, participante en Seúl 1988, Barcelona 1992 y Atlanta 1996. Hoy ostenta el récord sudamericano (72,94 m). "Entrar en la final sería un golazo , es lo que voy a buscar. Va a depender de cómo esté ese día. Si supero los 70 metros, supongo que lo lograré", cuenta Jennifer, que nació en Buenos Aires, pero también vivió en Brasil y los Estados Unidos, donde el 10 de mayo último se recibió de profesora de inglés, en la Universidad de Georgia, para la que competía. "Ahora espero radicarme en el país", señala Dahlgren, que participó en Atenas 2004.
Para Juan Cerra (31), también lanzador de martillo, serán sus terceros Juegos. "Mi objetivo es mejorar la posición y las marcas de Sydney y Atenas", dice este santafecino, que es recordman sudamericano (76,42 m) y conquistó una medalla de oro en los Panamericanos de Santo Domingo 2003. Cerra, padre de Marco y Sabrina, divide el tiempo de los entrenamientos con las clases de educación física que dicta para solventarse.
En disco, la Argentina contará con dos representantes. Para Jorge Balliengo (30), Pekín será su primera cita olímpica, casi un sueño. El año último, este rosarino, también dueño del récord sudamericano (66,32m), sufrió una grave lesión en el hombro derecho, cuando en un entrenamiento en Italia una pesa de 180 kilos cayó sobre su pecho. "En 2007 me perdí los Panamericanos de Río de Janeiro y el Mundial de Osaka. Estoy contento por haberme recuperado e ir a los Juegos. Intentaré llegar a la final", expresa Balliengo, que para mantenerse compite para el club Asa Industria Padova, de Italia. "Uno es atleta y malabarista ", confiesa.
Para la discóbola Rocío Comba (21) serán sus primeros Juegos. "Voy tranquila, con ganas de hacer un buen papel y sacarle el mejor de los provechos a esta experiencia", dice la cordobesa, que vive en Río Tercero. "Llego en mi mejor nivel, pero no me hago ilusiones. Si se da algo más, sería una sorpresa", explica Comba, que además estudia la carrera de corredor de comercio y martillero público.
Germán Lauro (24), nació en Trenque Lauquen y en su adolescencia comenzó a entusiasmarse con el lanzamiento de bala al mejorar sus marcas y empezar a viajar. En 2002 se radicó en Buenos Aires y ahora espera ansioso sus primeros Juegos Olímpicos. "A cualquiera lo pone nervioso un torneo de esta magnitud, pero hay que estar tranquilo. Para soñar con la final debo superar mi mejor marca, aunque prefiero no apurarme", admite quien estudia en la Universidad de Palermo para ser contador público.
Pablo Pietrobelli (28) también es de Trenque Lauquen, donde sigue viviendo y fundó un club que, por ahora, lo tiene como único socio. El lanzamiento de jabalina lo conoció porque su padre, Néstor, practicó la misma disciplina. "Uno va tachando los días. Es increíble ir por primera vez a un Juego Olímpico. Ojalá mejore mis marcas", se sincera Pietrobelli, que practica en el fondo de su casa y debe comprarse las jabalinas, que cuestan 2000 dólares cada una. Hace cuatro años se recibió de ingeniero civil y agradece la flexibilidad que le dan en su trabajo para no interrumpir su carrera.
"Para nosotros, competir en los Juegos es un sueño, porque significa la culminación de cuatro años de trabajo", concluye Dahlgren, y representa a los demás. Con fuerza, sacrificio y dedicación, los lanzadores argentinos intentarán superarse en Pekín.
1 sólo una vez la Argentina presentó competidores en todas las disciplinas de lanzamiento (martillo, bala, disco y jabalina) en los Juegos; fue en Londres 1948. Después de 60 años, en Pekín, repetirá la experiencia.
Los otros competidores
La delegación de atletismo se completa con Germán Chiaraviglio y Alejandra García (garrocha), Juan Manuel Cano (marcha), Leonardo Price (800m) y Javier Carriqueo (1500m). Con 11 atletas, es el tercer plantel argentino más numeroso en los Juegos; el mayor fue en Londres 1948 (23). |
