Aulas interconectadas: la enriquecedora experiencia de educación conjunta entre la UP y la Universidad del Norte, Colombia

Aulas interconectadas: la enriquecedora experiencia de educación conjunta entre la UP y la Universidad del Norte, Colombia

Aulas Interconectadas es una iniciativa desarrollada por la Facultad de Arquitectura UP junto al Centro para la Excelencia Docente de la Universidad del Norte, Colombia (Uninorte). Consiste en planear, desarrollar y evaluar distintos proyectos en un intercambio académico entre cursos y docentes extranjeros de diferentes asignaturas. De ese modo, es una experiencia innovadora que promueve el desarrollo de competencias interculturales y multidisciplinarias, representando un desafío tanto para los estudiantes como para los docentes de Colombia y Argentina, e invitándolos conectarse y compartir ideas.

Con ese objetivo, la Facultad de Arquitectura UP fue pionera en implementar el programa que se desarrolla por tercer semestre consecutivo, en contacto con la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de Uninorte.

El docente y arquitecto Cristián Ferrera, quien está detrás del proyecto Aulas Interconectadas en la UP, cuenta cómo fue el desarrollo en su materia, Taller Integral de Arquitectura IV, en sintonía con el profesor Walberto Badillo Jiménez desde Barranquilla, en la materia Taller de Ciudad I.

“Es una modalidad muy interesante, porque conlleva hacer una planificación de los tiempos y el lugar del proyecto en conjunto con Barranquilla. El año pasado trabajamos con un predio elegido con el profesor Badillo Jiménez: el barrio de Barlovento, un lugar característico y muy antiguo, con problemas sociopolíticos y económicos, que tiene una carga histórica y simbólica muy importante en su interrelación con la ciudad. Nuestro objetivo era buscar un programa de vivienda social para resolver un problema real de la localidad, lo que repetiremos en el nuevo ciclo que comienza”, explicó Ferrera.

Según el profesor, la propuesta fue recibida con gran entusiasmo por parte de los alumnos, lo que perduró hasta el final del curso, y el aporte más importante que brindó fue llegar a entender y sentir el lugar, meterse en la identidad colombiana: el clima diferente, las realidades y connotaciones culturales propias de la localidad.

“Todo ese bagaje sirvió para que cada proyecto fuera muy específico y adecuado a Barlovento. Ese es el enfoque que tiene el taller: entender la complejidad multicultural de la realidad en forma concreta. Para los alumnos, conocer otra situación y cultura abre la mentalidad. Siempre es bueno sumar miradas de lo que ocurre en distintos lugares del mundo”, relató Ferrera.

En esa línea, otro punto que el arquitecto destacó de la iniciativa es el contacto humano, ya que “el cruce académico, primero entre los docentes, y después entre los alumnos, abre nuevos caminos y genera amistades internacionales”. A eso, sumó el aporte de la tecnología, ya que el hecho de comunicarse y gestionar toda la materia a través de medios digitales a distancia, también aportó a que la experiencia fuera interesante.

Hacia adelante, la iniciativa de clases conjuntas genera grandes expectativas de expansión: “Es un proyecto muy interesante desde el punto de vista de las relaciones internacionales académicas, ya que la firma del contrato entre ambas Universidades estrecha lazos y abre puertas para seguir extendiéndolo en los próximos años a otros cursos”, expresa Ferrera:

Actualmente se encuentra en desarrollo el segundo ciclo, al que se sumaron desde Uninorte los docentes Carlos Bueno Rivero y Catalina Mora Ortiz, y desde la UP continuará Cristián Ferrera junto al equipo docente conformado por Alberto Saiegh, quien lo acompaña como profesor adjunto en Taller Integral de Arquitectura III y IV; Rodolfo Torrás, en Representación; y Laura Raffaglio, en Teoría de la Arquitectura.

Durante este cuatrimestre, el lugar seleccionado como caso de análisis será argentino, tal como se definió durante el primer encuentro virtual entre las cátedras. Se seleccionó un predio en el barrio 1-11-14 Padre Ricciardelli, en Flores, Capital Federal, para trabajar en un nuevo ciclo de proyectos de vivienda social. “Lo titulamos ‘Un hábitat diferente’, y la mirada de este nuevo cruce entre los alumnos buscará resolver no sólo la problemática de la vivienda social adaptada a una determinada cultura como la nuestra, sino también el agregado que trajo la pandemia, en un barrio con alta densidad, gran pluralidad cultural y características socioeconómicas particulares”, puntualizó Ferrera. “El logro es resolver un problema puntual, una necesidad real en una ciudad como fue Barranquilla y ahora será Buenos Aires, ese es uno de los aspectos más importantes del cruce académico”, concluyó.