Elisabetta Piqué: “El papa Francisco es auténtico y dice lo que piensa, pero ha sido muy incomprendido”

Elisabetta Piqué: “El papa Francisco es auténtico y dice lo que piensa, pero ha sido muy incomprendido”

La corresponsal en Roma del diario La Nación, experta “vaticanista” y experimentada corresponsal de guerra habló con los alumnos de la UP en una charla coordinada por Pablo Mendelevich, director de la carrera de Periodismo.

Aquí, algunas de las frases más destacadas de la charla con Elisabetta Piqué.

“Entré a La Nación, en diciembre de 1997, después de realizar una beca del World Press Institute en Estados Unidos. El diario pasaba por un período de renovación y me tomaron en la sección Internacional. Era una desconocida, pero mis notas sobre la toma de la residencia del embajador japonés en Lima tuvieron una gran repercusión y, gracias a ellas, me mandaron a realizar otras coberturas de importancia. Tuve la suerte de que les gustara mi trabajo. En 1999 no tenían corresponsal en Roma y yo surgí como la candidata natural. Entonces, en Roma, me convertí en “corresponsal itinerante”. Porque La Nación trató siempre de ser como el New York Times, con una sección Internacional muy buena, pero con las limitaciones propias de un diario argentino”.

“Me convertí en “vaticanista” con la asunción del papa Francisco, en 2013, aunque a Jorge Bergoglio lo conocía desde antes. En febrero de 2001, siendo corresponsal en Roma, me pidieron que le hiciera una entrevista porque lo iban a crear cardenal. No sabía nada de él: lo conocí en esa primera entrevista. Y me sorprendió porque me encontré con un cura asustado, muy tímido. Le fui sincera y le dije que de Iglesia no sabía casi nada y así “rompí el hielo”. Dos o tres días más tarde, después de publicarse la entrevista, me llamó para agradecerme. Cosa que, en periodismo, no pasa muy a menudo”.

“Tengo bastante confianza con el Papa. El bautizó a mis dos hijos, Juan Pablo, en 2005, y Carolina, en 2007, en Buenos Aires. Por supuesto, ni imaginaba que Bergoglio, algún día, iba a ser papa. Suelo ser muy discreta, pero sí, hay una relación estrecha”.

“Mi marido es irlandés y es el verdadero “vaticanista” de la familia. Lo conocí en el viaje de Juan Pablo II a Ucrania. En Italia los “vaticanistas” trabajan en los principales diarios y solo se ocupan de temas de la Iglesia y de la Santa Sede. En cambio, la mayoría de los corresponsales hacemos un poco de todo”.

“Francisco es el papa que más entrevistas ha dado. Es auténtico y dice lo que piensa, pero ha sido muy incomprendido. Por ejemplo, cuando estaba abriendo la Puerta Santa en África, me llamaban para que le pregunte por qué le había mandado un rosario a Milagro Sala o pequeñeces semejantes. Digo que no lo comprenden porque, cuando era arzobispo de Buenos Aires, lideraba la oposición al kirchnerismo. Me parece injusto que se lo califique de kirchnerista”.

“El Papa, a diferencia de sus antecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, quienes fueron los primeros en hablar con los periodistas en el avión, no hay limitaciones. Francisco se muestra sin filtro, no pone límites”.

“Lamento que Francisco no haya visitado la Argentina en los primeros años de su pontificado. Por eso, creo que muchos argentinos están enojados con él. Es una pena que no haya estado en su país. El “no viaje” es una herida abierta. En los últimos meses dijo que, quizá, viajará en 2024”.

“En una guerra como la de Ucrania hay que saber qué mostrar y también qué no mostrar. Hay que mantener la sangre fría para decir “un momento” y, por ejemplo, evitar las imágenes de cadáveres. En el diario siempre me pidieron que yo no fuera la noticia. También siempre me sentí muy cuidada: me recordaban el ejemplo de Ignacio Ezcurra, quien murió en Vietnam. Entonces, lo fundamental es no perder la cabeza, para poder tomar buenas decisiones”.

“Para mí, la guerra de Ucrania fue una experiencia muy distinta a las vividas en países musulmanes, porque no existía la barrera cultural, como en Afganistán, por ejemplo, donde tenía que cubrirme el pelo. En los últimos años vi crecer de manera impresionante el número de mujeres corresponsales de guerra. Hay muchas y muy buenas”.

“El máximo desafío para un periodista es evitar desmoralizarse. Ser caradura, pero en el buen sentido de la palabra. Informarse, ser curioso, leer muchísimo, saber escribir y ser una buena persona. Sobre todo, ser honesto. Un periodista, sí o sí, de contar y decir lo que ve: la realidad. Nunca debe mentir. Y, sobre todo, en estos tiempos de redes sociales, ser muy riguroso”.

Minibio

Elisabetta Piqué (Florencia, 1967) es corresponsal en Roma del diario La Nación. Experta en temas del Vaticano, tiene amplia experiencia como corresponsal de guerra: realizó coberturas en Afganistán, Irán, Libia, Egipto, Oriente Medio y, en 2022, en Ucrania. En 2022 la Academia Nacional de Periodismo le otorgó, junto a Robert Cox y Daniel Enz, la Pluma de Honor. Autora de El papa Francisco, vida y revolución (2013), que fue llevada al cine. En estos días publicará un libro sobre sus experiencias en el frente ucraniano.