Nicolás Wiñazki: “Me gustaría investigar a un presidente”

Nicolás Wiñazki: “Me gustaría investigar a un presidente”

En el marco de las charlas organizadas por la UP, Nicolás Wiñazki fue entrevistado por el director de la carrera de Periodismo, Pablo Mendelevich, y también contestó varias preguntas de los alumnos.

Conocido, y admirado, por sus investigaciones para Periodismo Para Todos (PPT), el programa de Jorge Lanata, Wiñazki es más un “antihéroe” que una estrella de la profesión. Y esa imagen de sinceridad, precisamente, es la que seduce a los estudiantes, muchos de los cuales confesaron su admiración por Nicolás.

No es para menos. Wiñazki participó de algunas de las investigaciones periodísticas más relevantes de los últimos años, como el Caso Ciccone, por el cual fue condenado el exvicepresidente Amado Boudou, o la Ruta del Dinero K, que dejó al desnudo un complejo entramado de corrupción organizado durante el gobierno de los Kirchner.

Aquí, una síntesis del diálogo que mantuvo, vía Zoom, con Mendelevich y los estudiantes.

¿Cómo y cuándo decidiste ser periodista?

Pasé la mitad de mi vida trabajando como periodista. Y aunque estudié Letras, no recuerdo haber querido hacer otra cosa, salvo ser maestro jardinero (risas). El día del atentado a las Torres Gemelas (11 de septiembre de 2001) estaba en una clase de griego y ahí decidir dejar la carrera. De todas formas, no me imiten: terminen la carrera que comenzaron.

¿Te fue más fácil empezar a trabajar porque tu papá, Miguel Wiñazki, es periodista?  

Es verdad, fue más fácil. Pero solo consiguió un contacto para empezar a trabajar en Noticias, cuando tenía 18 años. Su ayuda terminó ahí, con dos consejos sobre periodismo que no voy a revelar, aunque son muy graciosos.

Otra persona fundamental en tu carrera es Jorge Lanata.

Sin duda. Empecé en Lanata sin filtro, como reemplazo de Luciana Geuna, que estaba embarazada y que quedé. Trabajar con Jorge es como trabajar con Messi.

“Trabajar con Jorge Lanata es como trabajar con Messi”.

¿Cómo es, ahora, un día de trabajo típico?

Me paso nueve horas hablando por teléfono. Casi todas las conversaciones son con fuentes de las notas que escribo para Clarín, que preparo para el programa Bella y Bestia o la web de TN. Hablo con diputados, ministros y otros funcionarios. La mitad de las 20 personas a las que consulto son fuentes habituales, gente a la que conozco desde hace años. No son amigos, pero sí personas de conocimiento mutuo.

¿Cómo conseguís estas fuentes?

Muchas surgen de las entrevistas que realizo en televisión. Intercambiamos teléfonos y así comienza una relación profesional que permite obtener información. Durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner era muy difícil obtener información del oficialismo, porque ella había ordenado que no hablaran con el periodismo. Ahora, es lo contrario, porque el descontrol y las peleas internas en el gobierno permiten obtener una información muy loca. Como digo siempre: el rencor alimenta la información. Pasó con la Ruta del Dinero K, cuando Elaskar nos dio la entrevista porque estaba enojado con quienes, suponía, lo habían estafado.

“El descontrol y las peleas internas en el gobierno permiten obtener una información muy loca”.

Manejar semejante volumen de información suena complicado, ¿cómo trabajás? ¿Usás grabador o tenés buena memoria, como Morales Solá?

Sinceramente, soy bastante caótico. Funciono mejor en el caos y aunque tome notas a veces después no me entiendo mi propia letra. Lo mejor grabar y tomar notas. Las dos cosas.

¿Alguna vez intentaron comprarte o utilizarte para armar operaciones políticas?

No, porque quienes intentan comprar o utilizar periodistas saben a quiénes hacerle la oferta y a quiénes no. Yo nunca pido nada a cambio (un favor o pauta publicitaria) y eso hace que terminen por respetarme.

 

“Nunca pido nada a cambio (un favor o pauta publicitaria) y eso hace que terminen por respetarme”.

 

La mayoría te respeta, pero varias veces te pegaron, insultaron y hasta te echaron de un restaurante…

Los K me pegaron dos veces, el día que le sacaron los fueros a De Vido y otra vez en la Plata. Sí, me insultaron muchas veces, pero, por suerte, cambió. Ahora, son muy pocos los que me gritan o putean. Sin embargo, a veces, la vuelvo a pasar mal. En noviembre, fui a un vacunatorio militante en Tigre y no me querían dejar hacer la nota.

¿Cómo hacés para organizar una historia compleja y explicarla de manera clara en televisión?

Aprendí que, en televisión, menos es más. Hay que mantenerse en el relato principal, aunque haya bifurcaciones. Además, como decía Truman Capote, hay que ser sencillo y claro como un arroyo de campo.

¿Qué tenés en cuenta para decidir si una noticia es mejor para la televisión o el diario?

En la tele, priman las imágenes, el sonido, un testimonio de alguien que hace una denuncia ante la cámara. Por ejemplo, hace poco, hice una nota sobre la Pista Nacional de Remo, donde practican los deportistas de elite. Realmente, son aguas putrefactas, donde algunos remeros contraen enfermedades. Esto lo podés contar en el diario, pero aunque escribas como García Márquez, la imagen siempre es mucho más efectiva. Es impresionante. Los videos de los tipos contando plata en La Rosadita o de Julio López arrojando los bolsos son imágenes de impacto, que cuentan la historia por sí solas.

¿Qué consejos les darías a los estudiantes de periodismo, para que triunfen en la profesión?

Me parece que es lo mismo que en cualquier oficio. Hay que romperse el alma. No hay otro secreto. Yo me fui un poco de mambo (risas), porque llegué a trabajar doce horas por día. Como dice Lanata, hay que trabajar, trabajar y trabajar, para llegar a ser mejores. Otra cuestión muy importante: antes que nada, ser uno mismo. Eso es lo que trato de hacer yo en la tele, en la radio y en el diario.

Por último, ¿a quién te gustaría investigar?

A un presidente, hacer algo como el caso Watergate.

Minibio

Nicolás Wiñazki nació en 1980. Está casado y tiene tres hijos. Estudió Letras en la Universidad del Salvador, pero dejó la carrera en 2001. En periodismo comenzó escribiendo en Noticias y luego en el diario Crítica. En 2012 se incorporó al programa Lanata sin filtro, por Radio Mitre, y a Periodismo Para Todos, por Canal 13. En TN condujo TN Central y hace unas semanas estrenó Bella & Bestia, con Carolina Amoroso. En Mitre, junto con su padre, Miguel Wiñazki, condujo La noticia deseada y, ahora, ambos participaron del programa de Magdalena Ruiz Guiñazú, emblema del periodismo argentino, fallecida en septiembre de 2022. Además, publica artículos de investigación en Clarín.

Recomendados

Nico recomienda varios libros sobre periodismo. Dos de ellos son de bibliografía obligatoria en la UP: Malvinas, la trama secreta (Cardoso, Kirschbaum, Van der Kooy), y Todos los hombres del presidente (Bernstein y Woodward). Además, Galimberti (Caballero y Larraquy) A sangre fría (Truman Capote) y Retratos y encuentros (Gay Talese). En materia de documentales, Jeffrey Epstein, asquerosamente rico y El Mossad (Netflix), y en películas, El diario.