El entrenamiento del nivel avanzado de natación del día jueves no fue uno más. Por lo menos no lo fue para la profesora Guadalupe Clavijo. ¿Por qué? Porque el jueves 13 de septiembre fue el día de su cumpleaños. Y claro, en los bancos se podían ver algunos de los regalitos (chocolates) que le habían acercado sus alumnos y amistades.

Aprovechando que sus pupilos iban brazada a brazada completando las tareas diagramadas, charlamos con Guada para que nos cuente cómo pasó su día, qué planes tenía para el festejo y qué regalos había recibido hasta el momento… Sin dudas, un cumpleaños muy feliz.

¿Cómo viene tu día?
Muy, muy bien. Me levanté temprano, me fui a trabajar y a la tarde volví a mi casa y me esperaron con una merienda. La verdad, muy lindo.

¿Muchos saludos?
Sí, sí, durante todo el día. Recibí saluditos por Facebook, por mensajes de texto, por What’s Up. Y también muchos llamados. La verdad fue muy lindo porque hubo mucha gente que se acordó de mi cumple.

¿Y regalos?
Los alumnos me regalaron un chocolate y también recibí una bicicleta, así que muy contenta.

¿Hoy hay festejo?
Sí, sí, vamos a cenar a un lugar donde también toca una banda, así que va a estar lindo. Pero el sábado también va a haber festejo (risas).

¿Nos podés adelantar algo?
Sí, sí. El novio de una amiga también cumple años y vamos a hacer una gran fiesta. Como él es brasilero, va a hacer feijoada y yo voy a cocinar empanadas.

¿Y torta va a haber?
Sí, sí. Brownie de chocolate o Chocotorta.

¿La torta también te toca hacerla a vos?
Sí, sí, soy muy buena cocinera. Tengo grandes dotes culinarios.

¿Sos coqueta como Mirtha Legrand o podés contarnos cuántos años cumplís?
(Risas) El tema es que parezco más chica, pero podemos decir que este es mi último año de los veintipico y que el próximo año paso al club de los 30 (risas).

¿Cuál fue el mejor regalo que recibiste, ese del que nunca te olvidaste?
¡Uy sí! Hay uno… Cuando era chica, yo quería un perro gigante, de peluche, con orejas enormes. Pero mi cumple se estaba por terminar y el regalo no llegaba... Hasta que mi mamá me dice ‘abrí la puerta, que hay alguien’. Entonces fui, abrí y estaba el perro. No lo podía creer.

La última: ¿qué le regalarías a Guadalupe si tuvieras que regalarle algo?
Saludos y muchos mimos (risas).