María Roca, Licenciada en Psicología UP y Directora de INECO Organizaciones
"Quiero destacar de la formación que recibí en la universidad la fuerza o el interés o la importancia que se le daba a la investigación".María Roca, destacada experta en neurociencia y doctora en Psicología, es egresada de la Licenciatura en Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Palermo. Allí cursó una materia que marcó el inicio de su pasión por este campo: “Para mí fue realmente el despertar de una pasión y, desde entonces, básicamente no hago otra cosa que disfrutarla”. A lo largo de su destacada trayectoria en investigación, ha publicado más de 60 trabajos en el ámbito de la neuropsicología en prestigiosas revistas internacionales, como Brain y Neuropsychologia. Junto al Dr. Facundo Manes, es coautora de dos libros de divulgación científica: Descubriendo el Cerebro y Cerebros en Construcción. Actualmente, se desempeña como directora de INECO Organizaciones, una fundación que promueve la investigación científica en neurociencias, la formación académica de profesionales, la educación, y la concientización comunitaria sobre el funcionamiento cerebral y las enfermedades neurológicas y psiquiátricas. “Primero me especialicé en la clínica, en entender qué pasaba en ciertas enfermedades que afectan al cerebro. Hoy, además de trabajar con personas que padecen alguna condición o enfermedad, me dedico a la promoción de la salud cerebral, y eso es otra de mis pasiones”, relata sobre su vocación por la neurociencia. Respecto a su formación en la UP, destaca: “Lo que más me aportó la universidad fue la variedad de miradas. Entender que no todo tiene una sola explicación, sino que siempre hay que buscar una alternativa, y eso fue para mí una herramienta muy válida en mi práctica profesional”.
¿Qué te inspiró a especializarte en Neurociencia y qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Cuando recién me recibí de la facultad estuve en distintos campos, hice un poco de psicodiagnóstico con niños y tuve la oportunidad de empezar a trabajar en el equipo del doctor Facundo Manes, que se dedicaba a la investigación del cerebro y a la clínica de las enfermedades del cerebro. Además, en la universidad había tenido la materia y la verdad es que la había disfrutado mucho. Para mí fue realmente el despertar de una pasión y a partir de ahí básicamente no hago otra cosa que disfrutarla. A lo largo de todos estos años, primero me especialicé en la clínica, en entender qué pasaba en ciertas enfermedades que afectan al cerebro. Hoy no solo trabajo con personas que sufren de alguna condición o de alguna enfermedad, sino también en todo lo que tiene que ver con la promoción de la salud cerebral y es otra de mis pasiones.
¿Cómo fue evolucionando el enfoque de la neurociencia?
Inicialmente el eje estaba puesto en detectar enfermedades neurológicas o síntomas iniciales de enfermedades neurológicas, pero lo que sucedió después fue entender que ya no era sólo el diagnóstico del tratamiento, sino también la promoción de la salud cerebral, entonces diría que esa fue la más grande evolución que yo viví desde la práctica clínica. Básicamente la relación o el estudio de la relación entre el cerebro y las funciones mentales es algo que viene sucediendo hace muchísimo tiempo, pero en las últimas décadas hubo una revolución con respecto a las metodologías que utilizamos para estudiarlo. Ya no solo trabajamos con personas que tienen lesiones o enfermedades, sino que también a través de la resonancia magnética funcional, de lo que es la estimulación magnética transcraneana y distintas metodologías, podemos entender mucho mejor este órgano y mucho más rápidamente.
Los descubrimientos son muchos. Diría que el principal eje hoy está puesto en todo lo que tiene que ver con la interacción del cerebro y las nuevas tecnologías, como las nuevas tecnologías digitales pueden potenciar de alguna manera nuestra capacidad. Hoy tenemos tecnologías que pueden guardar información mucho más grande que nuestro cerebro, que pueden procesar paralelamente distintas cuestiones que son mucho más rápidas que el cerebro humano para procesar la información que perciben o con la que trabajan. Sin embargo, también pueden ser en algún punto dañinas. Si no sabemos bien cómo utilizarlas y afectan nuestro descanso, si afectan nuestra interacción con los demás.
¿Cómo influyó la Inteligencia Artificial en el campo de la Neurociencia?
En lo que respecta a la inteligencia artificial diría que la misma impactó en las neurociencias y viceversa. De alguna manera la inteligencia artificial descansa en los modelos de procesamiento del lenguaje que obviamente se conocieron a través de lo que es la neurociencia y el estudio de este dominio cognitivo. Básicamente lo que pueden hacer es detectar cambios que nos puedan decir que hay una alerta y hay algo que podamos hacer. Estoy segura, que si aprendemos a usar las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial saludablemente y con coherencia, tiene mucho que aportar. También el cerebro humano es el que tiene que terminar de determinar si aquello que nos dice, es válido. Hoy tenemos mucho para obtener, pero siempre el criterio humano tiene que ser el que predomina o por lo menos todavía los modelos que yo conozco no llegan a superar esa capacidad de discernimiento que tiene nuestro cerebro.
¿Cuáles fueron las herramientas adquiridas en la carrera que aportaron más a tu profesión?
La Universidad de Palermo fue para mí una oportunidad porque tenía una postura muy ecléctica con respecto a las distintas formas de entendimiento de la psicología y de los distintos modelos que sirven para entender el funcionamiento humano. Nos mostraban las distintas escuelas, las distintas formas de entender el pensamiento y las emociones humanas, y eso te daba una variabilidad para después animarte a ir al campo donde te sentías más cómodo. Aprender a aprender fue el lema que yo atravesé en la universidad. Diría que lo que más me aportó la universidad es esta variedad de miradas. Entender que no todo tiene una sola explicación, sino que siempre hay que buscar una alternativa y eso fue para mí una herramienta muy válida en mi práctica profesional. Por otra parte quiero destacar de la formación que recibí en la universidad la fuerza o el interés o la importancia que se le daba a la investigación. La Psicología es una ciencia que se basa en datos científicos y me parece que tenía esa cuestión en particular de todo lo que era el campo de investigación, la metodología de investigación. Decidí también seguir esa área, no sólo la clínica, sino también la investigación y eso diría que es algo que me acompaña hasta el día de hoy en mi carrera profesional.
¿Qué consejo o mensaje te gustaría compartir con los egresados?
El consejo que me gustaría compartir con los egresados en general, es que se entienda la universidad o el recorrido por la universidad como una etapa particular de la carrera profesional. Nos puede aportar mucho, nos definen un montón de cosas, pero no nos da una mirada definitiva hacia dónde tenemos que ir. Me parece que tiene que vivirse como una parte del camino que marca obviamente nuestras capacidades, nuestras habilidades, pero que no limitan. Y el consejo que les puedo dar a los estudiantes de Psicología, es que es una ciencia y nuestra mente está presente en todo lo que hacemos y nosotros trabajamos con ese órgano. La Psicología es la ciencia de la mente y la conducta. Hoy la mente deja de ser solo potestad de los consultorios, sino que interviene de vuelta en todos los ámbitos, entonces lo que les puedo decir es amplíen su cabeza, no es solo la clínica, no es sólo el consultorio, no es sólo la psicoterapia. Tenemos posibilidades de ejercer nuestro conocimiento en todos los ámbitos de la vida profesional.
Carreras relacionadas:
Licenciatura en Psicología
Maestría en Psicoterapia Cognitiva Conductual
Doctorado en Psicología
Cursos relacionados:
Psicología
Introducción a la Neurociencia
Cognición, Pensamiento y Lenguaje
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¿Qué te inspiró a especializarte en Neurociencia y qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Cuando recién me recibí de la facultad estuve en distintos campos, hice un poco de psicodiagnóstico con niños y tuve la oportunidad de empezar a trabajar en el equipo del doctor Facundo Manes, que se dedicaba a la investigación del cerebro y a la clínica de las enfermedades del cerebro. Además, en la universidad había tenido la materia y la verdad es que la había disfrutado mucho. Para mí fue realmente el despertar de una pasión y a partir de ahí básicamente no hago otra cosa que disfrutarla. A lo largo de todos estos años, primero me especialicé en la clínica, en entender qué pasaba en ciertas enfermedades que afectan al cerebro. Hoy no solo trabajo con personas que sufren de alguna condición o de alguna enfermedad, sino también en todo lo que tiene que ver con la promoción de la salud cerebral y es otra de mis pasiones.
¿Cómo fue evolucionando el enfoque de la neurociencia?
Inicialmente el eje estaba puesto en detectar enfermedades neurológicas o síntomas iniciales de enfermedades neurológicas, pero lo que sucedió después fue entender que ya no era sólo el diagnóstico del tratamiento, sino también la promoción de la salud cerebral, entonces diría que esa fue la más grande evolución que yo viví desde la práctica clínica. Básicamente la relación o el estudio de la relación entre el cerebro y las funciones mentales es algo que viene sucediendo hace muchísimo tiempo, pero en las últimas décadas hubo una revolución con respecto a las metodologías que utilizamos para estudiarlo. Ya no solo trabajamos con personas que tienen lesiones o enfermedades, sino que también a través de la resonancia magnética funcional, de lo que es la estimulación magnética transcraneana y distintas metodologías, podemos entender mucho mejor este órgano y mucho más rápidamente.
Los descubrimientos son muchos. Diría que el principal eje hoy está puesto en todo lo que tiene que ver con la interacción del cerebro y las nuevas tecnologías, como las nuevas tecnologías digitales pueden potenciar de alguna manera nuestra capacidad. Hoy tenemos tecnologías que pueden guardar información mucho más grande que nuestro cerebro, que pueden procesar paralelamente distintas cuestiones que son mucho más rápidas que el cerebro humano para procesar la información que perciben o con la que trabajan. Sin embargo, también pueden ser en algún punto dañinas. Si no sabemos bien cómo utilizarlas y afectan nuestro descanso, si afectan nuestra interacción con los demás.
"La inteligencia artificial descansa en los modelos de procesamiento del lenguaje que se conocieron a través de lo que es la neurociencia y el estudio de este dominio cognitivo. Estoy segura, que si aprendemos a usar las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial saludablemente y con coherencia, tiene mucho que aportar".
¿Cómo influyó la Inteligencia Artificial en el campo de la Neurociencia?
En lo que respecta a la inteligencia artificial diría que la misma impactó en las neurociencias y viceversa. De alguna manera la inteligencia artificial descansa en los modelos de procesamiento del lenguaje que obviamente se conocieron a través de lo que es la neurociencia y el estudio de este dominio cognitivo. Básicamente lo que pueden hacer es detectar cambios que nos puedan decir que hay una alerta y hay algo que podamos hacer. Estoy segura, que si aprendemos a usar las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial saludablemente y con coherencia, tiene mucho que aportar. También el cerebro humano es el que tiene que terminar de determinar si aquello que nos dice, es válido. Hoy tenemos mucho para obtener, pero siempre el criterio humano tiene que ser el que predomina o por lo menos todavía los modelos que yo conozco no llegan a superar esa capacidad de discernimiento que tiene nuestro cerebro.
“Aprender a Aprender. Lo que más me aportó la universidad fue la variedad de miradas. Entender que no todo tiene una sola explicación, sino que siempre hay que buscar una alternativa, y eso fue para mí una herramienta muy válida en mi práctica profesional”.
¿Cuáles fueron las herramientas adquiridas en la carrera que aportaron más a tu profesión?
La Universidad de Palermo fue para mí una oportunidad porque tenía una postura muy ecléctica con respecto a las distintas formas de entendimiento de la psicología y de los distintos modelos que sirven para entender el funcionamiento humano. Nos mostraban las distintas escuelas, las distintas formas de entender el pensamiento y las emociones humanas, y eso te daba una variabilidad para después animarte a ir al campo donde te sentías más cómodo. Aprender a aprender fue el lema que yo atravesé en la universidad. Diría que lo que más me aportó la universidad es esta variedad de miradas. Entender que no todo tiene una sola explicación, sino que siempre hay que buscar una alternativa y eso fue para mí una herramienta muy válida en mi práctica profesional. Por otra parte quiero destacar de la formación que recibí en la universidad la fuerza o el interés o la importancia que se le daba a la investigación. La Psicología es una ciencia que se basa en datos científicos y me parece que tenía esa cuestión en particular de todo lo que era el campo de investigación, la metodología de investigación. Decidí también seguir esa área, no sólo la clínica, sino también la investigación y eso diría que es algo que me acompaña hasta el día de hoy en mi carrera profesional.
"La Psicología es la ciencia de la mente y la conducta. Hoy la mente deja de ser solo potestad de los consultorios, sino que interviene de vuelta en todos los ámbitos, entonces lo que les puedo decir es amplíen su cabeza, no es solo la clínica, no es sólo el consultorio, no es sólo la psicoterapia. Tenemos posibilidades de ejercer nuestro conocimiento en todos los ámbitos de la vida profesional".
¿Qué consejo o mensaje te gustaría compartir con los egresados?
El consejo que me gustaría compartir con los egresados en general, es que se entienda la universidad o el recorrido por la universidad como una etapa particular de la carrera profesional. Nos puede aportar mucho, nos definen un montón de cosas, pero no nos da una mirada definitiva hacia dónde tenemos que ir. Me parece que tiene que vivirse como una parte del camino que marca obviamente nuestras capacidades, nuestras habilidades, pero que no limitan. Y el consejo que les puedo dar a los estudiantes de Psicología, es que es una ciencia y nuestra mente está presente en todo lo que hacemos y nosotros trabajamos con ese órgano. La Psicología es la ciencia de la mente y la conducta. Hoy la mente deja de ser solo potestad de los consultorios, sino que interviene de vuelta en todos los ámbitos, entonces lo que les puedo decir es amplíen su cabeza, no es solo la clínica, no es sólo el consultorio, no es sólo la psicoterapia. Tenemos posibilidades de ejercer nuestro conocimiento en todos los ámbitos de la vida profesional.
Carreras relacionadas:
Licenciatura en Psicología
Maestría en Psicoterapia Cognitiva Conductual
Doctorado en Psicología
Cursos relacionados:
Psicología
Introducción a la Neurociencia
Cognición, Pensamiento y Lenguaje
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