Gabriel Mazloumian, MBA UP y FP&A Manager en Campari Brasil
“El MBA superó mis expectativas, fue una experiencia sumamente enriquecedora”.“La maestría me mostró cómo liderar personas, cómo manejarme, cómo negociar, cómo administrar una empresa”, cuenta Gabriel Mazloumian, egresado de la carrera de Contador Público y de la Maestría en Dirección de Empresas en la Universidad de Palermo, que actualmente trabaja en Campari Group Brasil como Financial Planning and analysis (FP&A) Manager. La Maestría le dio la oportunidad de desarrollar habilidades que lo prepararon para tomar nuevos desafíos profesionales: “Me enfoqué mucho más en el planeamiento, la estrategia y el management. Fue así que justo después de haber terminado la maestría, empecé a trabajar en Campari Argentina”, sostiene sobre esos primeros pasos, que finalmente lo condujeron a dar el salto más importante en su carrera: trabajar en la casa central de Campari Italia. “Muchas herramientas que he adquirido fueron un motor importante para mi crecimiento. Gran parte de este presente es gracias a la Universidad”, sintetiza.
¿En qué consistió tu trabajo en la casa central de Campari Italia?
Ahí se hace el planeamiento estratégico de todo el continente americano. Ahí tenía siete países bajo mi responsabilidad: Canadá, Estados Unidos, México, Jamaica, Brasil, Perú y Argentina. Para mí era una grande responsabilidad porque el continente americano representa el 47% del total de las ventas del grupo Campari. Era el que coordinaba las actividades de planeamiento, alineando las actividades del grupo con cada uno de los países.
¿Qué te aportó la experiencia de trabajo en Campari Argentina?
Entré a trabajar como responsable del área Planeamiento, se llama FP&A, Financial Planning and Analyst. Lo que más me gustaba era planificar y acompañar el negocio para ser lo más asertivo posible y cumplir tanto con los objetivos locales como los de casa central. Argentina estaba muy enfocado en la operación diaria, las ventas, los gastos, la inflación, tenía mucho contacto con las áreas contables, de ventas y de Marketing para ver si las acciones que se realizaban eran redituables y generaban algún retorno.
¿Cómo surge la posibilidad de trabajar para la central de Campari en Italia?
Llego a Campari Italia porque anualmente se hace una revisión de todos los empleados a nivel mundial con potencial de crecimiento. Para mí fue una oportunidad muy grande: ir a la central de la empresa, poder salir de la operatoria de un país.
¿Cómo describirías la experiencia de trabajar en otro país?
Es un crecimiento profesional pero más aún un crecimiento personal porque es un desafío irse a otro país con otra lengua, otra cultura.
¿Qué sumó la Universidad de Palermo a tu desarrollo profesional?
La carrera de Contador Público la disfruté y me gustó mucho. Conocí buena gente, buenos compañeros, buenos profesores. Después surgió la posibilidad de hacer la maestría: el MBA superó mis expectativas. Fue una experiencia sumamente enriquecedora porque venía del área de los números, de la contabilidad, de finanzas y haber hecho una Maestría en Dirección de Empresas me abrió muchísimo la cabeza, a tal punto que me desentendí un poco de todo lo que era contabilidad y me enfoqué mucho más en todo lo que era planeamiento, estrategia y management. Fue así que justo después de haber terminado la maestría, empecé a trabajar en la empresa Campari. Muchas herramientas que he adquirido fue un motor importante para mi crecimiento. Gran parte de este presente es gracias a la Universidad.
¿Cuáles fueron esas herramientas que te brindó el MBA?
La maestría me mostró cómo liderar personas, cómo manejarme, cómo negociar, cómo administrar una empresa, cómo administrar proyectos. Lo que más rescato es el management. En la posición en la que estoy no necesito ser un técnico con muchísimos años de experiencia pero sí tengo que tener un touch, un feeling con la gente para lograr que los objetivos del grupo a nivel internacional se cumplan a nivel local y eso es un esfuerzo por parte del rol que ocupo en tratar de tener un buen approach con la gente, de convencerlos, de creer que lo que el grupo quiere ellos también tienen su interés. Gran parte de las herramientas que utilizo me las brindó la maestría.
Por lo que comparo acá con los jóvenes europeos, creo que no basta tener un título universitario, hace falta tener un posgrado, saber idiomas. En la empresa, casi todos hablan tres idiomas: italiano e inglés son las dos lenguas básicas; después se suman el francés o español o alemán. La capacitación técnica también es importante. Encuentro gente joven con mucha capacitación, a lo mejor no tienen mucha experiencia profesional pero sí saben muchísimo de finanzas, de marketing.
¿En qué consistió tu trabajo en la casa central de Campari Italia?
Ahí se hace el planeamiento estratégico de todo el continente americano. Ahí tenía siete países bajo mi responsabilidad: Canadá, Estados Unidos, México, Jamaica, Brasil, Perú y Argentina. Para mí era una grande responsabilidad porque el continente americano representa el 47% del total de las ventas del grupo Campari. Era el que coordinaba las actividades de planeamiento, alineando las actividades del grupo con cada uno de los países.
¿Qué te aportó la experiencia de trabajo en Campari Argentina?
Entré a trabajar como responsable del área Planeamiento, se llama FP&A, Financial Planning and Analyst. Lo que más me gustaba era planificar y acompañar el negocio para ser lo más asertivo posible y cumplir tanto con los objetivos locales como los de casa central. Argentina estaba muy enfocado en la operación diaria, las ventas, los gastos, la inflación, tenía mucho contacto con las áreas contables, de ventas y de Marketing para ver si las acciones que se realizaban eran redituables y generaban algún retorno.
¿Cómo surge la posibilidad de trabajar para la central de Campari en Italia?
Llego a Campari Italia porque anualmente se hace una revisión de todos los empleados a nivel mundial con potencial de crecimiento. Para mí fue una oportunidad muy grande: ir a la central de la empresa, poder salir de la operatoria de un país.
¿Cómo describirías la experiencia de trabajar en otro país?
Es un crecimiento profesional pero más aún un crecimiento personal porque es un desafío irse a otro país con otra lengua, otra cultura.
¿Qué sumó la Universidad de Palermo a tu desarrollo profesional?
La carrera de Contador Público la disfruté y me gustó mucho. Conocí buena gente, buenos compañeros, buenos profesores. Después surgió la posibilidad de hacer la maestría: el MBA superó mis expectativas. Fue una experiencia sumamente enriquecedora porque venía del área de los números, de la contabilidad, de finanzas y haber hecho una Maestría en Dirección de Empresas me abrió muchísimo la cabeza, a tal punto que me desentendí un poco de todo lo que era contabilidad y me enfoqué mucho más en todo lo que era planeamiento, estrategia y management. Fue así que justo después de haber terminado la maestría, empecé a trabajar en la empresa Campari. Muchas herramientas que he adquirido fue un motor importante para mi crecimiento. Gran parte de este presente es gracias a la Universidad.
"El MBA superó mis expectativas. Fue una experiencia sumamente enriquecedora porque venía del área de los números, de la contabilidad, de finanzas y haber hecho una Maestría en Dirección de Empresas me abrió muchísimo la cabeza."
¿Cuáles fueron esas herramientas que te brindó el MBA?
La maestría me mostró cómo liderar personas, cómo manejarme, cómo negociar, cómo administrar una empresa, cómo administrar proyectos. Lo que más rescato es el management. En la posición en la que estoy no necesito ser un técnico con muchísimos años de experiencia pero sí tengo que tener un touch, un feeling con la gente para lograr que los objetivos del grupo a nivel internacional se cumplan a nivel local y eso es un esfuerzo por parte del rol que ocupo en tratar de tener un buen approach con la gente, de convencerlos, de creer que lo que el grupo quiere ellos también tienen su interés. Gran parte de las herramientas que utilizo me las brindó la maestría.
"La maestría me mostró cómo liderar personas, cómo manejarme, cómo negociar y administrar una empresa".
¿Qué recomendaciones compartís con los alumnos de UP a partir de tu experiencia?Por lo que comparo acá con los jóvenes europeos, creo que no basta tener un título universitario, hace falta tener un posgrado, saber idiomas. En la empresa, casi todos hablan tres idiomas: italiano e inglés son las dos lenguas básicas; después se suman el francés o español o alemán. La capacitación técnica también es importante. Encuentro gente joven con mucha capacitación, a lo mejor no tienen mucha experiencia profesional pero sí saben muchísimo de finanzas, de marketing.