Elena Loson egresó de Arte UP y se desempeñó como artista visual en Chile

Con decenas de obras y premios recibidos, la graduada UP realiza trabajos para Galería Hache (Buenos Aires) y además fue directora de contenidos en una fundación que vincula el arte contemporáneo y la educación. Elena Loson egresó de Arte UP y se desempeñó como artista visual en Chile

Elena es egresada de la Licenciatura en Arte de la UP y residió en Chile. Allí fue artista visual, con decenas de obras y premios recibidos por su trabajo, además de ser directora de contenidos de una fundación que vincula el arte contemporáneo y la educación, puesto que sigue ejerciendo. "Siempre he sentido que el mundo del arte contemporáneo es una plataforma infinita. Más que una profesión diría que es un estilo de vida. Estudiar arte es una oportunidad para entender las transformaciones sociales de las sociedades", afirma Loson.

¿Cómo fue tu desarrollo laboral en Chile?

En 2012 me mudé a Santiago de Chile y allí estuve varios años. Soy artista visual, allí fui representada por Galería Hache (Buenos Aires) y allí empecé como directora de contenidos de Nube, que está formado por un grupo de artistas que trabajan en un laboratorio de procesos creativos inspirado en la dinámica del taller. A partir de estrategias de creación colaborativa y el uso de materiales simples y de fácil acceso, promoveíamos experiencias educativas desde las herramientas del arte contemporáneo.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

Siempre he sentido que el mundo del arte contemporáneo es una plataforma infinita. Más que una profesión diría que es un estilo de vida. El arte es una caja de herramientas que hoy en día resulta muy útil, está relacionado con todas las llamadas habilidades del siglo XXI y además requiere de una flexibilidad constante. Lo que más me gusta de mi posición actual es haber podido encontrar un sentido social al arte: trabajar en el campo intermedio entre el arte y la educación logra conectar mi oficio de artista con un público activo, no solo un espectador.

"El arte es una caja de herramientas que hoy en día resulta muy útil, está relacionado con todas las llamadas habilidades del siglo XXI y además requiere de una flexibilidad constante".

¿Cómo es un día habitual, qué tareas realizas, cuál es tu proceso laboral, con qué personas interactuas?

Un día habitual en mi trabajo no tiene nada de habitual: todos son distintos. En Chile alternaba mi tiempo entre mi taller personal y el taller de Nube, donde recibimos 1000 estudiantes al año. Trabajé con un grupo de más de 20 artistas en este proyecto, nuestra dinámica de trabajo es colectiva por lo que estoy constantemente interactuando con las ideas de otras personas. Las tareas que realizaba era desarrollar contenidos pedagógicos, supervisar su implementación, estar en contacto con colegios con los que trabajabamos, siempre enfocándome en encontrar un canal fluido entre las investigaciones artísticas personales del equipo y los contenidos estudiantiles. Eso también influía en mi propia práctica artística, en las obras que desarrollaba en mi taller. Buena parte de mi trabajo en Chile implicaba escribir para poder investigar y también para comunicar las ideas con otras personas. Sobre todo, pensar en cómo el arte contemporáneo puede enriquecer la vida escolar a través de una forma de pensamiento inclusiva, expansiva y creativa. En este sentido no hay división entre mi trabajo como artista y lo que era mi trabajo como directora de contenidos. Ambos eran parte de un mismo oficio por investigar desde la visualidad.

¿Qué es lo más importante que aprendiste en la Universidad?

La experiencia que más me marcó fue después de haber terminado de cursar las materias. Me pidieron que fuera a hablar de mi tesis y yo accedí, porque sabía que era una práctica común pedirle a los egresados que fueran a compartir su experiencia con estudiantes que tenían que escribir su tesis. Cuando llegué, fui a preguntar en qué sala tenía que presentarme y me pasaron una lista de inscriptos. Había aproximadamente 30 o 40 personas. Resultó ser que me estaban esperando para dar una conferencia sobre mi tesis, de hecho se había publicado en una agenda cultural de un diario. Así fue como, sin haber ido preparada, tuve que presentarme ante un montón de personas y dar una charla sobre Pettoruti (Tesis: Emilio Pettoruti, en busca de la luz autónoma), que era el tema sobre el que había investigado. Nunca voy a olvidar esa sensación ante tanta gente, ni tampoco la satisfacción de haberlo logrado. Ahí me di cuenta que había salido bien preparada de la Universidad.

¿Qué recuerdos tenés del día a día en la UP, de tus compañeros, de las materias?

Me acuerdo de muchos profesores, como María Alba Bovisio, Andrés Mombrú, Mario Orione, Roberto Amigo y Cora Dulkelski. También de un profesor de una materia optativa que me hizo entender la historia argentina como nadie. Recuerdo los cafés y bares de las calles alrededor, a los que íbamos después de clase. Fue una época que recuerdo con cariño, hice buenos amigos que aún mantengo.

¿Qué les dirías a los futuros graduados en Arte?

Les diría que estudiar arte es una oportunidad para entender las transformaciones sociales de las sociedades. Muchas veces nos enfrentamos al prejuicio de que elegimos una carrera no tan relevante, pero con los años mi punto de vista es que Arte, como las humanidades en general, son carreras que te preparan para un sinnúmero de posibles escenarios. Hoy en día poder desarrollar un pensamiento crítico y una mirada en 360 grados es una base formativa fundamental para que cada estudiante pueda ser un aporte al contexto en el que elija desenvolverse.
"Mi punto de vista es que Arte, como las humanidades en general, son carreras que te preparan para un sinnúmero de posibles escenarios".