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Psicología positiva y zen |
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Sección: Suplemento Buena Vida
Publicación: Viernes 24 de diciembre de 2010
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Entrevista a: Alejandro Castro Solano, Coordinador de Investigación del Departamento de Psicología de la UP. |
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En lugar de trabajar sobre la infelicidad, lo hacen sobre la felicidad. Proponen amplificar las vivencias de lo placentero. A menudo utilizan avances de las neurociencias y de la farmacología si es preciso.
Alcanzar la felicidad es y será una carrera de obstáculos. Pero poniendo un 50% de esfuerzo personal se puede construir un grado de bienestar agradable. Hay nuevas orientaciones y viejas filosofías que permiten obtener un estado venturoso siguiendo algunas prácticas.
El doctor Alejandro Castro Solano, coordinador del 5to. Encuentro Iberoamericano de Psicología Positiva (PP), relata que ésta actúa sobre las fortalezas y no sobre los déficits de las personas. A diferencia de la psicología organizacional clásica que trabaja sobre los viejos trastornos, la PP enfoca los aspectos saludables, algo así como un cambio de perspectiva o, en el peor de los casos, un aprendizaje para transformar un evento negativo en un hecho de lectura positiva.
Adoptar un estilo optimista "La PP propone sostener una tasa elevada de emociones positivas para alcanzar una vida plena. Para lograrlo hay que considerar que el nivel de emocionalidad positiva estaría determinado por componentes personales en un 40%, un 10% está relacionado con las circunstancias socioeconómicas, estéticas, intelectuales, etc, pero queda alrededor de un 50 % de actitudes que se pueden adoptar intencionalmente para ser más felices.
La PP rescata tres conceptos básicos: el savoring (saboreo) que permite amplificar las vivencias del placer; el mindfulness (o atención plena del momento) mediante el cual se pueden romper los patrones disfuncionales automáticos que sostienen a los trastornos psicológicos; y el flow que permite concentrar la atención en una experiencia óptima y realizar actividades que den placer por el sólo hecho de practicarlas".
En suma, en tanto la psicología convencional se ocupa más de la infelicidad que de la felicidad, la PP basa su concepción en mejorar la calidad de vida y rescatar los pequeños placeres ¿Cómo lo hace? Transformando las emociones negativas en positivas mediante la amplificación de momentos gratos (gratitud), ejercitando el perdón.
El bienestar entonces es una elaboración para nada azarosa. "El tener afectos positivos hacia lo que nos va a suceder (optimismo) está altamente relacionado con el rendimiento laboral, escolar y con la buena salud. Adoptar un estilo optimista es la base de la resiliencia de las personas", asegura Castro Solano.
El budismo hoy
La psicoterapia zen, por su parte, si bien toma algunos conceptos de las psicoterapias cognitivas, mantiene un abordaje más amplio del ser humano. "Basada en una visión abarcativa del fenómeno del sufrimiento personal, está centrada en los conceptos budistas como el desarrollo de la paciencia, la compasión el optimismo, las nobles acciones, la no dualidad y el no apego", asegura el doctor Jorge Luis Rovner fundador de la Asociación Argentina de Psicoterapia y Psiquiatría basada en el Budismo y el Zen.
El budismo, considerado una filosofía, una ética, una religión y una psicoterapia por Alan Watts a mediados del siglo pasado, "refleja la flexibilidad, su esencia no confrontativa, para ayudar a superar el sufrimiento y la insatisfacción de los seres humanos. Para el budismo el concepto de culpa y pecado son falacias porque si somos compasivos y pacientes con nosotros mismos, con nuestros actos del pasado y errores de apreciación e intentamos practicar salir del sufrimiento, no hay espacio para el desarrollo de la culpa, pecado o castigo. La psicoterapia zen enseña técnicas lógicas y prácticas para desarrollar una percepción más integral, respetuosa y compasiva de nuestro transcurrir vital".
El ancla cultural
La psicoterapia Zen intenta deconstruir un sistema de "creencias erróneas" y disfuncionales que no son producto de la experiencia personal sino de imposiciones culturales que condicionan y que, aunque producen sufrimiento, están muy ajustadas a los estereotipos que determinan comportamientos, muchas veces inconscientes. "Intentamos que las personas desarrollen un set de creencias personales funcionales, sencillas y prácticas a la luz de su propia lógica para alcanzar la trascendencia, es decir el desarrollo de un modo de estar en el mundo adaptado y conectado al universo", asegura.
Rovner agrega que el trabajo se integra con la atención psicoterapéutica, la meditación y la sugerencia de adoptar normas de alimentación, sueño, descanso, placer, deportes y vida social que permitan al paciente salir de la insatisfacción y recuperar una vida plena y con sentido. Una aclaración: la psicoterapia zen esta diseñada para todas las personas que quieran aquietar la mente, utiliza avances de las neurociencias y la farmacología, si es necesaria, entre sus métodos de diagnóstico, prevención y tratamiento. Los pacientes no adoptan ningún compromiso religioso con el budismo. |
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