Es difícil resumir todas las experiencias vividas en estos años de estudio en la UP. Tuve la suerte de contar con un cuerpo docente impresionante, todos muy profesionales y excelentes educadores. Voy a atesorar por siempre las herramientas y el conocimiento que me transmitieron. De todas y cada una de las materias que cursé pude sacar mucho provecho, más allá de las materias específicas relacionadas con mi carrera, pude aprender a trabajar de forma más organizada, ser más metodológico, más detallista, así como también pude expandir mis habilidades sociales y conocimientos culturales.

Y también tuve la suerte de cruzar caminos con muchos compañeros (hoy amigos y colegas) que hicieron este viaje todavía más ameno. Con ellos formé vínculos duraderos, que se van a extender en mi vida profesional y personal.

Por supuesto que soy una persona diferente de la que era antes de empezar, y estoy agradecido a la universidad por haberlo hecho posible, desde la posibilidad de contar con horarios flexibles hasta incluso el otorgamiento de una beca, beneficios sin los este recorrido hubiera sido mucho más dificultoso. Siempre que tuve algún problema las autoridades de cátedra no tuvieron ningún reparo en escucharme y resolverlo de la mejor forma posible.

Una vez alguien me dijo que la carrera no se padece ni se sufre, sino que se disfruta, y no pude más que comprobarlo. Estoy seguro de que estos años que pasaron van a quedar en mi memoria como una de las etapas más positivas y entrañables de mi vida.