Julieta Jankunas, jugadora de hockey en Las Leonas, estudia Psicología en la UP

“La experiencia online para mí es un golazo. Estoy muy contenta de estar estudiando lo que me gusta y la UP me da una herramienta muy importante, que es poder hacerlo a distancia”. Julieta Jankunas, jugadora de hockey en Las Leonas, estudia Psicología en la UP

Empezó a jugar al hockey a los cuatro años siguiendo los pasos de su mamá; a los 9 se trasladó al Universitario de Córdoba; y a los 15 arrancó en el Seleccionado Junior Las Leoncitas donde participó en su primer torneo. Con 18 años decidió trasladarse a Buenos Aires para continuar en el que es actualmente su club: el Ciudad de Buenos Aires. Hoy, Juli Jankunas es delantera de Las Leonas, con una medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Perú 2019 y una reluciente plata en los Juegos Olímpicos de Tokio. “De chiquita soñaba con llegar a Las Leonas. La vida deportiva es difícil, se entrena mucho; pero representar a Argentina es increíble, la gente que nos alienta, la pasión que transmite, las muestras de amor...es lo más lindo que hay”, cuenta la cordobesa y alumna de la Licenciatura en Psicología UP. Actualmente se encuentra creciendo en una de las ligas más fuertes del mundo: la de Países Bajos, en el equipo Victoria Dames 1; mientras cursa sus estudios en modalidad online: “La experiencia online para mí es un golazo, porque tenés videos y también podés charlar con tus compañeros”.

¿Cómo es jugar en Las Leonas y desempeñarte como deportista profesional?

De chiquita soñaba con llegar a Las Leonas, creo que toda jugadora de hockey anhela estar en la Selección. Representar a tu país es algo hermoso. Hoy, viviéndolo desde adentro puedo dar fe de que es algo increíble, es súper lindo tener puesta la camiseta de Argentina. Después, con el paso del tiempo, participando en distintos procesos, te das cuenta de que el deporte profesional es mucho más que ir a jugar al hockey. Está la cabeza de por medio, un buen descanso, la alimentación... es una gran diferencia de vida y es importante saberlo. Si no es algo que realmente se elige, a la larga uno se termina alejando del deporte profesional, porque requiere muchos esfuerzos, priorizar un montón de cosas... Realmente es difícil, por eso la vida deportiva uno la tiene que elegir.

“Representar a tu país es algo hermoso. Hoy, viviéndolo desde adentro puedo es dar fe de que es algo increíble, es súper lindo tener puesta la camiseta de Argentina”. 
¿Cómo fueron tus inicios en el Hockey?

Arranqué en Córdoba, en el Club Tala, a los 4 años. Mi mamá hacía hockey y yo la acompañaba, fue efecto dominó. A los 9 me fui a Universitario de Córdoba. Con 15 años empecé en el Seleccionado Junior, Las Leoncitas; mi primer torneo lo jugué a esa edad. Después entré a Las Leonas a los 17; y a los 18 decidí irme a vivir a Buenos Aires. El Seleccionado demandaba mucho tiempo, y no estaba en ningún lugar, entonces me mudé al que es mi club en Argentina: el Ciudad de Buenos Aires. Ahora con 22 años sigo jugando en el Seleccionado Mayor. Fue un proceso muy muy lindo.

¿Cuándo te diste cuenta de que el deporte podía transformarse en tu carrera?

La verdad es que nunca me imaginé que el deporte se iba a transformar en una carrera profesional, pero sin dudas fueron decisiones mías las que me llevaron a dónde estoy. Las oportunidades fueron surgiendo y yo tuve la posibilidad de ir tomando esas decisiones. Lo elegí cuando era chiquita. Tenía concentraciones durante tres o cuatro días, y con 14 años empecé a viajar a Buenos Aires. Al principio iba con mis papás. Un día volví a Córdoba y les dije: “Yo quiero ser una Leona”. Ahí realmente estaba convencida de que era lo que quería. Fue un proceso duro porque tuve que hacer muchos esfuerzos, irme de mi casa, alejarme de mi familia, aprender a vivir sola...son cosas que te van transformando e inevitablemente te ayudan a crecer y darle para adelante, a seguir tus sueños.

¿Cómo viviste los Juegos de Tokio y la medalla lograda?

Los Juegos Olímpicos fueron una locura, no solamente porque ganamos una medalla, sino por el torneo en sí. Para un deportista jugar un Juego Olímpico es un lindo currículum, es hermoso. Lo que se genera ahí es inexplicable. Uno se entrena mucho para poder estar y que al equipo le vaya bien, y pasa tan rápido el momento de la competencia…fue un torneo que también me marcó mucho. Representar a Argentina es hermoso, el clima, esa pasión que se transmite. En estos Juegos Olímpicos que no hubo público por el tema del COVID, la gente traspasaba la pantalla. Nosotras salíamos de jugar y sentíamos que estaban del otro lado alentándonos. Eso lo genera la gente, es increíble.

¿Qué es lo que más te gusta de la vida deportiva?

Primero, las amigas que me da y la cantidad de gente con la que me contacta. Me permite viajar y conocer no solamente personas y lugares, sino también a mí misma, conocerme. También me enseña a compartir, es en equipo, en conjunto. No solo tenés que entenderte y saber qué es lo que vos querés; sino también escuchar al otro, entenderlo, y eso es un desafío muy grande. Lo que me gusta mucho del deporte en general, y que el hockey de Argentina lo tiene muy presente, es ese fanatismo que hay del otro lado. Tengo la suerte de que recibo mucho amor y cariño, creo que esas muestras de afecto son lo más lindo que hay. Más allá de lo que puede generar ganar una medalla o hacer un gol; salir y que te llamen, te pidan una foto, te den un abrazo, un regalo o una carta es inexplicable.
“La vida deportiva no solamente me da amistades, me permite viajar y conocer lugares, sino también crecer y conocerme a mí misma”. 
¿Cómo te estás adaptando a tu nueva vida en Países Bajos?

Después del Juego Olímpico decidí venir a jugar a Holanda, al club Victoria Dames, y estoy muy contenta. Estoy viviendo esta experiencia con una de mis mejores amigas, Vicky Sauze, y es nuestra primera vez en irnos a jugar afuera. Con todo lo que conlleva cambiarse de país, nuevo club, otro idioma... Fue una buena decisión venir juntas, porque nos llevamos súper bien, y la adaptación se hace más amena. Venir a Países Bajos fue una decisión no solamente deportiva, para seguir creciendo y buscando nuevos desafíos; sino también personal, para conectar conmigo.

¿Qué te llevó a estudiar Psicología en la UP?

Siempre tuve presente a la Psicología. Estar en una carrera deportiva me llevó a tener coaching, psicóloga grupal, nos enseñaban la importancia de estar bien de cabeza, mentalmente. Estoy muy contenta porque estoy haciendo lo que me gusta. Siento que el deporte en sí hoy tiene que entender que la Psicología es igual de importante que el físico, la alimentación o el descanso. Es una herramienta en la que tenemos que creer, porque realmente es positiva. Por eso estoy estudiando. Siento que la Psicología me va a ayudar personalmente, y a lograr mis metas u objetivos.
“La UP me da una herramienta muy importante que es poder hacerlo a distancia, es un plus muy grande”. 
¿Cómo combinás tu carrera deportiva y el estudio?

En el Seleccionado entrenamos mucho, vivimos viajando. Pero no hay nada que no se pueda organizar, hay que hacerse el tiempo. La UP me da una herramienta muy importante que es poder hacerlo a distancia, es un plus muy grande. La experiencia online para mí es un golazo, porque tenés videos y también podés charlar con tus compañeros. Es online y al mismo tiempo estás conectado. En este momento estoy tratando de avanzar lo más que pueda. Cuando viene algún torneo importante, como fueron los Juegos Olímpicos, priorizo entrenarme y dar mi 100% para poder quedar en las listas, hago un break de la facultad. Luego vuelvo a estudiar, y así se va acomodando todo. La carrera deportiva tiene un fin. Por eso hoy mi objetivo, y lo más importante, es poder meter en mi carrera deportiva el estudio, que es igual de importante.
“La experiencia online para mí es un golazo, podés charlar con tus compañeros y estar conectado”. 
¿Cómo te imaginás aplicando la Psicología en un futuro?

Tengo dos ideas en mi cabeza, una es relacionar la Psicología con el deporte. Ofrecer herramientas, un método o forma para ayudar a entender su importancia. Estando vinculado uno lo vive de cerca y me gustaría poder generar un cambio. Estar bien con uno mismo te ayuda a enfrentar cualquier situación que se te cruce. Otra cosa que me gustaría es hacer algo aplicado a los niños, porque me encantan. Una tercera veta que recientemente descubrí estando acá en Holanda es la de ayudar a personas que pasaron por una enfermedad, trastorno, operación o alguna situación complicada. Conocí varias personas que me contaron sus experiencias, y todas hicieron hincapié en el apoyo psicológico que tuvieron. Me gustaría poder apoyar a las personas durante esos procesos, que son muy fuertes e importantes, y relacionarlos con la Psicología.
“Estudiar es importante porque el cerebro tiene que estar en funcionamiento, te desconecta, incorporás otros conocimientos para que se abran puertas el día de mañana, te da herramientas”. 
¿Qué mensaje te gustaría compartir con otros deportistas que quieren estudiar?

Mi mensaje es que hagan lo que les gusta. Si uno tiene ganas, se puede hacer. El cerebro tiene que estar en funcionamiento. Así como el cuerpo tiene que descansar de tanto entrenamiento, la cabeza también lo tiene que hacer, tiene que desconectar. Estoy todo el día entrenando, pero me siento a estudiar y lo disfruto, me desconecta. Hay que encontrar ese equilibrio. Es importante, porque el día de mañana el deporte se termina y uno tiene que contar con otras puertas que se abran, con herramientas para poder seguir.